Skip to content

¿Qué se entiende por evaluaciones sumativas y formativas?

REFLEXIONES SOBRE EL

Decreto 67

[REFLEXIÓN Nº1]

¿Qué se entiende por evaluaciones sumativas y formativas?

El decreto 67 sobre evaluación, calificación y promoción ha sido un importante avance respecto a la forma en la que debe ser integrada la evaluación en la formación de nuestros estudiantes, pero también un importante cambio organizacional para las escuelas del país, que han debido ocuparse desde la creación de nuevos reglamentos de evaluación hasta la capacitación de profesionales e integración de esta nueva filosofía en las aulas.

Para comenzar a conversar sobre este decreto primero es importante manejar cierta terminología básica respecto a los tipos de evaluaciones considerados, tanto desde su propósito como su conceptualización práctica, que es la que deberá ser aplicada en las escuelas a partir de marzo del 2020. 

¿Qué es una Evaluación?

Conjunto de acciones lideradas por los profesionales de la educación para que tanto ellos como los alumnos puedan obtener e interpretar la información sobre el aprendizaje, con el objeto de adoptar decisiones que permitan promover el progreso del aprendizaje y retroalimentar los procesos de enseñanza.

Decreto 67 sobre evaluación, calificación y promoción

En términos generales se habla que el foco principal del decreto 67 es integrar la evaluación al proceso de enseñanza aprendizaje, es decir, transitar hacia un uso pedagógico de la evaluación. Este sentido pedagógico tiene que ver con la capacidad de una escuela de convertir la evaluación en una herramienta que apoye tanto los aprendizajes de los estudiantes como las instancias de monitoreo y reflexión, para que docentes y equipos de gestión puedan tomar mejores decisiones respecto a su propio proceso de enseñanza.

Evalúa procesos y certifica aprendizajes

La unidad de currículum y evaluación del ministerio (UCE) entiende la evaluación como parte esencial de la práctica de los profesores ya que les permite ir comprendiendo continuamente el avance de sus estudiantes y así acompañarlos de mejor manera en su proceso de aprendizaje. En este marco, los conceptos de retroalimentación, comunicación y participación, son las nuevas claves del acompañamiento que permitirán tanto a los estudiantes como a sus familias involucrarse activamente en estos procesos.

El decreto 67 hace referencia a que los procesos de evaluación podrán usarse de manera formativa o sumativa, haciendo una distinción según su intencionalidad dentro del aula.

Evaluaciones Formativas

  • Tendrá un uso formativo (la evaluación) en la medida que se integra a la enseñanza para monitorear y acompañar el aprendizaje de los alumnos, es decir, cuando la evidencia del desempeño de éstos, se obtiene, interpreta y usa por profesionales de la educación y por los alumnos para tomar decisiones acerca de los siguientes pasos en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Este tipo de evaluación es la más cercana al espíritu de esta nueva reglamentación, ya que busca acompañar el proceso educativo del alumno. Según la guía de orientaciones para la implementación del decreto 67, el propósito de la evaluación formativa es diagnosticar y monitorear el proceso de aprendizaje de los estudiantes por lo que es fundamental su integración en la enseñanza.

Evaluaciones Sumativas

  • La evaluación sumativa, tiene por objeto certificar, generalmente mediante una calificación, los aprendizajes logrados por los alumnos.

Es importante destacar el doble propósito que presenta la evaluación sumativa, por un lado cumple con entregar información acerca de hasta qué punto los estudiantes lograron determinados objetivos de aprendizaje. Esta información puede y debe ser comunicada a todos los actores de la comunidad educativa, estudiantes, padres, profesores y equipo de gestión, para lograr tanto involucramiento como mejores prácticas de enseñanza. La otra arista de este tipo de evaluación es la certificación de los aprendizajes logrados, es decir, un instrumento formal (generalmente una calificación) que acredita y da fé de la consecución de los aprendizajes por parte del estudiante.

Todas estas modificaciones al espíritu de la evaluación han sido realizadas para fortalecer el uso pedagógico de pruebas y exámenes, tantas veces criticados por su valor meramente transaccional y reduccionista, utilizados en su mayoría sólo para aprobar una asignatura o pasar de curso.

Incorporar de manera robusta esta nueva filosofía en el aula y en la comunidad educativa podría llegar a tener importantes impactos tanto en la mejora de los aprendizajes como en la disposición y motivación de estudiantes y familias por involucrarse activamente en los procesos educativos de la escuela.

Fuentes:

nv-author-image

Lucas Espinoza

Fundador de Kimche, apasionado por la tecnología 🤓 y amante de la educación 💙. Docente de Uso de Datos en Educación en el CPEIP, UDD y CILED.