Para profesores y profesoras jefe, orientadores y orientadoras, es fundamental integrar prácticas que promuevan el bienestar integral en el ámbito escolar. Durante las horas de Consejo de curso u Orientación, es recomendable abordar temas de bienestar extraídos del Manual Bienestar en la escuela. Buen clima escolar (Mineduc, 2015), que se desarrollan en mayor profundidad. Estas prácticas no solo enriquecen el ambiente educativo, sino que también contribuyen al desarrollo emocional y social de los estudiantes. A continuación, se detallan algunas de las estrategias sugeridas:
- Apoyar a los estudiantes para la expresión de las emociones a través del cuerpo:
- A través de la respiración, de movimientos corporales que expresan emociones y de sentir el cuerpo, adultos y niños pueden acceder a estados de mayor conciencia corporal, relajación y tranquilidad, pudiendo abrirse al reconocimiento de las emociones.
- Trabajar con los estudiantes la búsqueda de un estado de armonía interna:
- Mediante la utilización de la música, la visualización, el trabajo con colores y ejercicios de coordinación, se pueden lograr sensaciones de armonía interna que ayudan a poner atención, sensibilizarse a los estímulos sensoriales y usar la imaginación para facilitar sensaciones de bienestar. De la experiencia individual se transita a la vivencia grupal, generando ambientes más agradables para convivir y aprender.
- Ayudar a los estudiantes a sentir el afecto y el disfrute con otros:
- Un componente sustancial del bienestar es el saberse querido y poder expresar afecto. Está muy relacionado con la autoestima y con la capacidad de desarrollar la empatía y el reconocimiento del otro. A través de muestras simples de afecto, como el saludo al encontrarse, el reconocerse por el nombre de pila o, durante una conversación, estar con toda la atención puesta en lo que comparte quien tiene la palabra, sin distracciones, las y los estudiantes podrán vivenciar el afecto de manera cotidiana.
- Trabajar con padres, madres y apoderados(as):
- Las personas a cargo de los estudiantes, como padres, madres y apoderados(as) pueden apoyarse en la adquisición de hábitos para el bienestar, a través de la entrega de cierta información. Por ejemplo, se les puede explicar cómo promover el uso seguro de Internet en casa, la importancia de cuidar las horas de sueño y descanso de niños, niñas y jóvenes, y de qué manera mejorar las comunicaciones entre el hogar y la escuela. Así, podrán conformarse como un equipo de trabajo en pos del bienestar de las y los estudiantes.
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Fuente: “¿Qué es el Bienestar integral y cómo podemos promoverlo entre las y los estudiantes?“, Agencia de Calidad de la Educación.
